Hemorragia retiniana en perros
El diagnóstico de hemorragia retiniana en perros
Una historia completa y un examen físico son importantes para documentar la aparición y progresión de los signos oculares y alteraciones sistémicas.
Un examen oftálmico a fondo se indica. Algunas hemorragias retinianas son evidentes, mientras que otros pueden ser difíciles de ver. Su veterinario puede recomendar a su perro a un veterinario oftalmólogo para una evaluación adicional utilizando instrumentos especializados.
Una vez hemorragias retinianas son diagnosticados en su perro, una extensa búsqueda es a menudo necesaria para identificar cualquier enfermedad subyacente. Las pruebas que deben considerarse incluyen los siguientes:
El tratamiento de la hemorragia retiniana en perros
El tratamiento generalmente se dirige a la causa subyacente de la hemorragia retinal. Dependiendo de la condición física del paciente, las opciones de tratamiento pueden incluir atención ambulatoria o pueden requerir hospitalización.
Si la hemorragia retiniana es debido a la presión arterial alta, a continuación, los medicamentos se instituyen para disminuir la presión arterial. Como está siendo controlada la presión de la sangre, medicamentos anti-inflamatorios sistémicos se pueden usar para tratar de disminuir el daño causado a la retina.
La terapia específica para la condición subyacente puede incluir lo siguiente, dependiendo de la causa subyacente:
Si las hemorragias de la retina no son causados por enfermedades infecciosas, a continuación, los corticosteroides sistémicos pueden administrarse en un intento de disminuir cualquier inflamación causada por las hemorragias. Es importante tener en cuenta que los medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINE) son no utilizado en esta condición, ya que pueden alterar la función de las plaquetas y potencialmente empeorar las hemorragias.
Cuidados en el hogar para los perros con Retina Hemmorhage
Administrar todos los medicamentos recetados por su veterinario. Regresar para el seguimiento según las indicaciones para asegurar que las hemorragias y enfermedad subyacente están respondiendo al tratamiento.
Durante el período de recuperación es importante para mantener al perro tranquilo, para evitar colocar extensa de fuerza alrededor del cuello del perro (sustituir los collares de estrangulamiento con arneses), y para evitar una sacudida violenta de la cabeza para que el sangrado más en la retina no se produce.
Pequeñas hemorragias suelen desaparecer en unas pocas semanas a varios meses. Las hemorragias más grandes pueden tardar meses o más en resolverse, y pueden predisponer el ojo para el desprendimiento de retina.
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